domingo, 25 de enero de 2015

Definitivamente hay algo ahí dentro

Ya hace bastante tiempo que puedo decir que he notado movimientos intrauterinos. Empezaron sobre la semana 17 o 18, pero en ese momento sinceramente no tenía claro si era el baby o los gases de los que padecía entonces... Ahora ya hace unas semanas que las patadas o puñetazos son claros como el agua. El pequeño troll está probando su recientemente descubierto sentido del tacto.

Si papuchi tiene suerte, también él los puede disfrutar poniendo la mano en mi cada-día-creciente barriga. Eso es muy cómodo, notarlo cuando a uno le apetece... así no hay que despertarse por la mañana sintiendo un alien en el vientre, o intentar concentrarse en el trabajo o dormir mientras tu futuro bebé baila una jota en tu interior.

Y para muestra un botón (haced click para ser dirijidos a un video)

Pero dejemos las quejas para cuando las pataditas se conviertan en puntapiés en las costillas, ahí hacia el último mes de embarazo, cuando el bebé ya está normalmente en posición de salida.

De nuevo tengo que reconocer que parece que no estoy tan emocionada como otras madres manifiestan estar al notar a su bebé. Por la posición de mi placenta, soy suficientemente afortunada para saber que mi bebé está despierto cuando lo está. Y digo afortunada porque sé que es buena señal que se mueva, y que si en 24h no noto nada, tengo que ponerme en contacto con mi comadrona, por si acaso. Siendo así, y a una parte de mí aún le cuesta asumir que todo esto está pasando... no quiero pensar en esas mujeres a las que les va creciendo más y más el vientre y no acaban de notar que de verdad hay algo cociéndose ahí dentro.

En otro orden de cosas, y porque se supone que el pequeño troll debe poder oir qué pasa a su alrededor, estoy creando una lista de reproducción. Pero más sobre eso la próxima vez.



No hay comentarios:

Publicar un comentario