jueves, 29 de enero de 2015

Budismo para madres

De unos años para acá, mi curiosidad por el budismo se ha ido incrementando poco a poco. Contrario a la creencia popular, el budismo no es una religión y por ello, no busca ganar adeptos ni te pide que creas nada que no compruebes por experiencia propia. Buddha no buscaba fe ciega de sus seguidores, sino todo lo contrario: un enfoque inquisitivo, el desarrollo de una sabiduría propia. Descubre sus enseñanzas, ponlas a prueba y juzga por ti mismo: si es bueno para ti acéptalo y sino, recházalo.

Por supuesto se podrían escribir mil posts sobre el budismo y sus escuelas, y yo no sería ni de lejos la persona indicada para hacerlo. Pero cuando ojeando libros encontré Buddhism for mothers (Budismo para madres) y vi las críticas, tuve que hacerme con él. Hay tres libros, enfocados en diversas etapas del crecimiento de los niños, y yo me pedí la obra completa aunque sólo he leído la primera parte.








http://covers.booktopia.com.au/big/9781742374499/the-complete-buddhism-for-mothers.jpg



Uno puede estar más o menos de acuerdo con diferentes cosas y hacer como yo y quedarse con lo que a uno le interesa, pero lo mejor del libro son las pequeñas revelaciones a las que uno va llegando a medida que lo va leyendo. Cosas simples que pueden cambiar la manera en que nos enfrentamos a las decepciones, a los ataques, a las molestias que la vida nos pone en el camino.

Ideas como el mindfulness (que ahora está muy de moda), el intentar vivir en el momento presente, en el aquí y ahora es una de las ideas centrales. Nos obsesionamos con perseguir nuestros goles y objetivos, convenciéndonos de que nuestras vidas se arreglarán y seremos felices una vez los consigamos, y con ellos obviamos cualquier posibilidad de ser felices en el presente.

Otro de los pilares del budismo es el mostrar compasión por todo ser viviente, incluyéndonos a nosotros mismos. Muchos de nosotros no nos atreveríamos jamás a hablar a otra persona de la manera que nos hablamos a nosotros mismos. Amabilidad, paciencia y perseverancia con nosotros mismos nos ayudan a cultivar estados mentales más sanos.

El libro contiene capítulos centrados en meditación, en encontrar la calma - que será muy útil en los momentos de caos que traerá consigo el pequeño troll -, en crear buenas relaciones, en lidiar con sentimientos de culpa, preocupación o ira...
Éste último fue especialmente revelador para mí, pues tiendo a indignarme y enfadarme con facilidad (aunque a menudo el enfado vaya por dentro). Si cada vez que algo te molesta, te preguntas a ti mismo ¿Qué importancia tendrá esto mañana?, te das cuenta de que nos molestamos por cosas realmente estúpidas. Especialmente en la carretera. Y cuando uno nota ese descontento, esa rabia, es muy fácil que esas sensaciones se enganchen a nosotros y nos arruinen la tarde. Qué sumamente absurdo me parece todo eso ahora.

Con muchas de las ensenanzas hay ejemplos de madres que ponen en práctica lo mencionado, y muchas de esas historias son también muy reveladoras.

En general es un libro que recomendaría a cualquier madre de mente abierta. Y digo de mente abierta, porque muy probablemente habrá cosas con las que una no está de acuerdo y hay que tener la capacidad de quedarse con lo que a uno le será útil sin dejar que el resto de cosas desacrediten lo leído.

Es cierto que también cabe la posibilidad de que yo esté tan loca por el libro porque ya de entrada tenía un interés por este tipo de filosofía. Y tampoco tengo claro si se ha editado en castellano o no...
Pero bueno, para el que quiera y pueda leerlo... ahí queda la mini-reseña.

No hay comentarios:

Publicar un comentario