martes, 13 de diciembre de 2016

¡No!

Hoy la peque tenía el día torcido, con lo cual hemos podido entrever lo que se avecina cuando cumpla los dos años. Tengo que admitir que no me hace ninguna gracia, pero supongo que por algo en inglés los llaman terrible twos (los terribles dos).

¡Mira mama! ¡Úces!

¡Oh sí! ¡Ya veo! ¡Luces!

 ¡No!

¿No? ¿No son luces?

¡No! ¡Mira mama, más úces!

Y así con todo.

¿Quieres una mandarina?

¡No! 5 segundos más tarde: ¡Mama! ¡rina! (mandarina)

¡Pero si me has dicho que no querías! ¿Te pelo una mandarina?

¡No! 
Inmediatamente después: ¡Mama! ¡rina! 

Y le pelo la mandarina (o se la empiezo a pelar y luego la acaba de pelar ella sola), y se la come. 

Y no solo es conmigo, es con el mundo. En gimnasia hoy le decía que no a todos los niños. Si iban a jugar al mismo sitio que ella, ¡No!, si jugaban con juguetes parecidos a los suyos, ¡No!, si alguien se acercaba demasiado a ella, ¡No!

Es agotador. Igual que las guerras por la mañana para vestirla. Igual que el hecho de que ahora no quiere que se le cambie el pañal y la mitad de las veces hay que hacerlo con ella estando de pie. 

Está empezando a poner a prueba nuestra paciencia, que cabe decir que es bastante abundante. No estamos acostumbrados y no sé cómo vamos a sobrellevar las situaciones cuando se pongan peor. Los meltdown emocionales los llevo mejor, sinceramente. Esta actitud totalmente desafiante en la que todo tiene que ser simplemente lo contrario de lo que se le dice va a dar trabajo.

Pero ahí estaremos, al pie del cañón. Armados con amor y cariño por todos los costados.
Espero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario