martes, 2 de junio de 2015

El llanto fantasma

Si la última vez que escribí había sido un buen día, estos últimos han sido más bien regulares.

La peque sigue teniendo muchos gases atrapados (no tengo ni idea de cómo tremendos pedos salen de algo tan chiquitito) lo que se traduce en un sueño muy interrumpido. Y si ella no duerme, papuchi y mamuchi tampoco. Bueno, papuchi un poco más que mamuchi.

Y es que a mí se me da un poco mejor calmarle los nervios al troll, probablemente porque reconoce mi voz (después de meses oyéndome constantemente) y porque el dar el pecho parece que hace efecto ;) Esto frustra mucho a mi media naranja, pero los dos sabemos que mejorará cuando la peque empiece a ser un poco más consciente del mundo. Lógicamente saber algo y lidiar con ello no son la misma cosa, pero paso a paso.

Los gases ponen a la peque de mal humor...
 En fín, que han sido días de estar en la cama o el sofá con la peque encima durmiendo. Porque la única manera de que duerma más de diez minutos seguidos es tenerla encima o en los brazos e ir dando botecitos constantemente para que el aire vaya pasando y saliendo. Y aquí aprovecho para desmentir dos mitos muy arraigados a la cultura popular:
  1. Los bebés tan pequeños no se malacostumbran o malcrían por tenerlos en brazos constantemente. En realidad, necesitan el contacto (cuanto más mejor) para un desarrollo emocional sano. También necesitan que se les coja cuando lloran, tan pronto como sea posible. Contra lo que se suele oír, los bebés no tienen la capacidad de llorar premeditadamente cuando quieren ser arropados. Y aunque así fuera, si la peque necesita estar en brazos debe ser por algo (le duele algo, le asusta algo, se siente sola, está triste...). ¿Por qué negar una necesidad tan básica como es la de afecto y cariño? 
  2. En el caso de los bebés de pocos meses (no sé si después esto cambia o no), cuanto más y mejor duermen de dia, más y mejor dormirán de noche. No vale eso de Si duerme demasiado durante el día, después no dormirá de noche. Parece ilógico y de hecho yo aprendí esto hace poco y aún no he tenido la ocasión de confirmarlo, pero está sacado de una fuente fiable así que me lo creo.
Con las cosas como están, la peque llora un poco más de lo normal. Y de ahí el título del post: ha llegado un momento en que oímos llantos que no existen. Es como aquello que les pasa a algunos, que creen que han oído su teléfono sonar o vibrar, pero no.
A veces estoy en el baño y juraría que la oí llorar y salgo corriendo y la encuentro durmiendo plácidamente (esos 10 minutos de gloria). Creedme cuando os digo que es una mierda. Como si no tuviera poco con el número de llantos legítimos, como para sumar los imaginarios.

Para colmo el pequeño muffin está experimentando con sonidos nuevos, y por supuesto le da por hablar de noche. Porque mamuchi no se despierta cada dos por tres con cada ruido sospechoso (nótese la ironía).

Conclusión: Duermo poco y mal. O así me siento. Porque tengo que admitir que hay veces que la peque duerme 6 horas seguidas (normalmente de las 8 de la tarde en adelante), después de horas intentando ponerla a dormir. Yo aprovecho e intento dormir al menos 4 o 5 de esas horas... pero cuando "duermes"despertándote a cada rato y levantándote a ver si ha vomitado/regurgitado algo de leche o si está despierta o si se ha destapado... pues descansar lo que se dice descansar... más bien poco.

Pero eh, no es culpa de la peque. Si ella pudiera dormir mejor, lo haría. Y si pudiera decidir no tener gases, lo haría. Y si pudiera comunicarse de una manera más efectiva que un llanto o un grito, lo haría. Pero no puede, así que es tarea nuestra ser las personas adultas que somos y echarle un par.

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