martes, 5 de abril de 2016

De vuelta a la rutina

¡Qué duro es volver a la rutina después de unas vacaciones!

Volamos con la peque otra vez, y gracias al universo volvimos a tener la suerte de que hubiera un asiento libre entre papuchi y yo. Sino no imagino cómo lo habríamos hecho, considerando que el troll sólo quiere estar jugando y a poder ser de pie. Creo que para la próxima nos tocará comprarle un asiento si no queremos arriesgarnos a 2 horas y media de absoluto infierno (por partida doble). 

Porque si una cosa es cierta, es que la peque tiene muy claro lo que quiere y lo que no quiere, y lo expresa con soltura y a todo volumen. A eso hay que añadir que lleva un par de semanas (o más, el tiempo es tan relativo) señalando aquí y allá, esto y aquello. Últimamente acompaña el dedo con un "¡ah!" o "¡pa!" o "¡na!". En ocasiones asiente enérgicamente con la cabeza. 

Hace unos cuantos días, miró a papuchi y dijo "pa-pa". Y obviamente, papuchi y yo nos miramos a los ojos y casi lloramos de la emoción. Tan felices nos devimos poner, que la niña lo pilló al vuelo y ahora dice papá a todas horas y a todas las cosas. Señala su vaso de agua, "pa-pa", señala a la ventana, "pa-pa", señala su cuchara, "pa-pa". No tiene muy claro todavía quien es papa. Pero si le preguntas "¿Dónde está papi?", inmediatamente se gira hacia él y le señala. Hasta ahí sí. 

Mamamamama sigue siendo el sonido del "necesito algo". Tengo hambre, tengo sueño, tengo sed... todo es "mammamma". Los imprescindibles ;) 

En nuestras vacaciones la llevamos al zoo, y la verdad no fue tan guay como imaginamos. Pero si uno lo piensa bien, es normal. Ver un hipopótamo gigante tirado en el suelo a 20 metros de distancia no es muy diferente de ver una roca enorme, sobretodo cuando nunca antes has visto un hipopótamo en 3D (aparte de una versión en miniatura, de plástico, y rosa). Pero si los animales se movían, ya era otra historia. Aún así, lo que más disfrutó fueron los pollos y las cabras. Nos va a salir granjera, la vikinga. 

Las cosas en casa van mejor, sobretodo entre la peque y papuchi (que la niña a veces es muy de su madre y no quiere a nadie más). Está a puntito de caminar ella sola, y de las manos ya corre que se las pela. Come mejor y dormir... bueno, va a días. Tiene ya 4 dientes arriba y 3 abajo. Gatea cuando quiere, pero prefiere andar. Le encanta el jardín y estar en la calle en general. A veces abraza y mami se derrite. 

Podría seguir y seguir escribiendo pero se me hace tarde. Tengo pendiente escribir un post más detallado (¡ya tiene once meses!) pero hoy se me hace tarde. 

A ver si mañana me acuerdo.  

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