miércoles, 12 de agosto de 2015

Diez verdades subjetivas

Hallelujah!

Ayer pusimos al pequeño troll boca abajo y elevó el torso por primera vez. ¡Por fín! Lo hizo varias veces y lo mantuvo arriba un poquito. Y antes de que se frustrara del todo, le dimos la vuelta.  Hoy hemos repetido, y ¡lo ha vuelto a hacer!

De resto, seguimos con las pedorretas y ahora añadimos power naps: media horita de siesta y está fresca como una rosa, preparadísima para varias horas más de actividad. Durante la noche, come cada 4 o 5 horas, que tampoco está mal. 

En estos tres meses he aprendido un montón de cosas y me gustaría dejar constancia de las 10 más importantes (o las 10 primeras que me vengan a la cabeza).

1. La lactancia es trabajo duro. Nadie te lo dice y todos te lo ponen como que es lo más simple del mundo y no es así. Intentar establecerla durante la estancia en el hospital es crucial, porque luego una sola en casa no sabe qué hacer.
Una vez establecida, para bebés exclusivamente amamantados, eso implica una sesión cada dos horas (y esta sesión puede ser de media hora a una hora al principio). En mi caso, desde el principio nos vimos obligados a combinar pecho y fórmula, y supongo que ha tenido sus cosas buenas y sus cosas malas (en mi opinión, más malas que buenas). 



2. Los bebés crecen megarápido. La mía especialmente, porque a 3 meses de edad ya lleva ropa de 6 y bien justita, pero en general todos. Ojo con gastarse una millonada en ropita de recién nacido, porque va a durar nada y menos. Los onesies o bodies de cuerpo entero, si se abren completamente de arriba a abajo mejor. Nuestra talla 62 ya era de esos que solo se abren en la entrepierna, y meter la cabeza por la abertura era a menudo muy trabajoso. 

3. Es imposible encajar a un bebé a tu rutina habitual. Son los papás y mamás los que tienen que adaptarse a la no-rutina del bebé. Eso es así, y punto. A menudo hay que dejar lo que sea que se está intentando hacer para estar con un bebé que quizás simplemente necesita companía. 

4. Las primeras semanas, comer con regularidad y ducharse con asiduidad son lujos. Dormir ininterrumpidamente es una utopía (y si alguien lo consigue, su bebé no está comiendo suficiente). 

5. Aunque al principio parezca imposible, una llega a conocer a su bebé y a saber qué es lo que le pasa. Eso no quiere decir que una siempre pueda solucionar el problema con facilidad, pero en general yo ahora ya se si tiene hambre, sueño o gases. 

6. La mayoría de las cosas que la publicidad insiste en vendernos, no nos hacen falta. El bebé no podrá sentarse por sí solo hasta los 5 o 6 meses (y ahí aún necesitará soporte lateral para no caerse), pero nosotros ya tenemos sillita desde el principio. Ocupando espacio para nada.
Los pañales más caros no son siempre los mejores. La loción para el culete no se usa en cada cambio de pañal, sólo cuando hay rojeces y en tan poquísima cantidad, que un bote nos va a durar para toda la infancia, creo yo (y compramos 3 porque estaban de oferta). 

7. Los juguetes serán prácticamente inservibles hasta los 3 meses. 

8. El enamoramiento absoluto paracon tu bebé, puede no pasar automáticamente después del nacimiento. Pero llega. Y sino, ojo con una posible depresión post-parto.

9. Cuando se está con el bebé, éste ocupará (o debería) toda tu atención. No se puede estar con la peque y estar viendo una peli o leyendo las notícias - no si se quiere que ese tiempo juntas sea de calidad. Usa el tiempo justo para hacer una foto de vez en cuando para colgar en Instagram. Aunque yo recomiendo echar un vistazo a las políticas de privacidad de las diferentes redes, antes de decidir qué compartir y cómo.

10. El instinto maternal es real. Papuchi a menudo dice pero es que tú sabes qué hacer y yo no. Y no es porque lo haya leído en un libro o me lo haya dicho nadie... simplemente a veces lo sé. Hay una cierta conexión que se va desarrollando con el tiempo y que hace que a veces mamuchi sea simplemente lo que la peque necesita. En parte es porque cada día conocemos al troll un poco mejor (ver punto 5) y en parte es porque a veces consigo escuchar a ese pedacito de mí que supongo vengo heredando desde tiempos inmemoriables.

No hay comentarios:

Publicar un comentario