sábado, 25 de julio de 2015

Un bebé con carácter

Poquito a poco de camino a las 12 semanas y casi a los tres meses. ¡Qué locura!

El sábado pasado fuimos de boda con la peque. Teniendo en cuenta que eran dos horas de viaje en coche hasta el pueblo en cuestión, estamos muy agradecidos por cómo fue el día en general. La ceremonia fue corta y por lo civil, y el banquete fue en un hotel a unos 15 minutos del ayuntamiento. Éramos unos 35-40 invitados y todo fue íntimo y divertido. 


Por supuesto hubo un par de momentos de llantos y gritos - cuando mamuchi y papuchi no eran suficientemente rápidos preparando un biberón - pero fueron totalmente anecdóticos. ¡Ojalá la boda del sábado que viene vaya igual de bien!

Y ya puestos a pedir, ojalá la gente deje de preguntarme si no le doy el pecho al bebé. Yo sigo alucinando de como personas totalmente extrañas me preguntan semejantes cosas tan personales. ¡Qué le importará a la gente! ¿Por qué puñetas hay personas que se creen con derecho a opinar en estos asuntos? Es que aunque estuviera exclusivamente amamantando, si me fuera de boda me llevaría leche en un tarro y se la daría en biberón para no tener que sacarme la teta descubrirme el pecho en medio de la ceremonia. En fín, que cualquier día le doy un mordisco al siguiente que me pregunte.

Volviendo a temas más amenos. El pequeño troll está empezando a dejar de ser recién nacida. Como que le va saliendo más personalidad (y tiene un par de ovarios a veces). De repente no quiere tomar el biberón sentada, y la tienes que reclinar. Y luego no quiere que la acunes en tus brazos y la tiene que tener sentada en el regazo (mirando hacia afuera, para poder ver qué pasa alrededor). Esto último es bastante engorroso porque aún no puede aguantar la cabeza sola y hay que vigilar que no tenga el cuello muy para acá o muy para allá. 

Usa las manos más y más cada día y agarra el biberón y lo quiere manejar - lo cual es gracioso porque no tiene control de la motricidad fina y a menudo lo empuja fuera de la boca cuando lo que quiere es acercarlo. Que intente agarrar el pezón no es ni la mitad de divertido, sobretodo cuando las uñas no están suficientemente cortas... 
También empieza a tocar y agarrar muñecos cuando se le presentan y se engancha a ropas y cabellos disponibles. 

Tiene unas piernas muy fuertes (una más rechonchita que la otra) y si tiene una superficie cerca (una pared, un cojín...) camina y salta y corre que se las pela. ¡El día que aprenda a andar no va a haber quien la pare! 

Cada día vocaliza también más y más. Intenta pedir cosas con sonidos en lugar de llorar siempre. Y se queja... ¡vaya si se queja! Es confuso porque hace los mismos sonidos cuando estás jugando con ella, así que hay que aprender a distinguir las sutilezas del tono y el lenguaje. Pero ahí vamos, mejorando a diario (o eso quiero pensar). 

De lunes a jueves hemos estado pasando el día en un camping al sur de la ciudad, con la familia de papuchi. El jueves la peque tuvo suficiente y lo demostró hasta el punto de que me la llevé a casa y allí nos quedamos todo el día. Ella tenía un día malo (dolor de barriga y demás), pero es que mamuchi tampoco estaba muy fina... con lo que me pareció perfecto pasar el día solas en casa, aún con los problemas de gases. ¡Qué falta me hacía dormir esas horitas extra!
Y es que un camping y tanta gente son demasiados estímulos durante demasiado rato y demasiados días. Yo lo venía diciendo, pero entonces parece que no quieras estar con la familia política y quedas mal. Al final mamuchi tenía razón, como viene siendo normal.  

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