domingo, 29 de marzo de 2015

Noche de flashback

Anoche tuve una de esas noches que se me habían olvidado ya.

En general no suelo dormir super bien. Levantarse 3 o 4 veces cada noche a hacer pis, o no poder elegir en qué posición dormir (es o un lado o el otro, pero preferiblemente el izquierdo) no da demasiada libertad. Pero anoche...

Nos fuimos a acostar sobre las 11:30. Y a esa misma hora, la peque decidió que era hora de bailar claqué. Hasta anoche no he podido decir que sus movimientos me hayan impedido dormir. Entre las patadas y el hipo (sí, una amiga me había hablado del hipo pero yo siempre pensé que era un mito hasta hace un par de días) no había manera de descansar.



Así parecía que se movía la peque


A todo esto hay que sumarle una sensación estomacal indeterminada de las del primer trimestre: ¿Me estoy muriendo de hambre, o estoy a punto de echar mi primera papilla? 

Y el cansancio. Yo a las 10 normalmente estoy en la cama, sino durmiendo entonces leyendo. Anoche estaba hecha polvo. Mi cuerpo necesitaba desconectar y no podía. 

Un millón de visitas al baño después (igual no fueron un millón, pero casi) supongo que me dormí, porque horas más tarde me desperté a hacer pis. No recuerdo dormirme, pero pasó. 

Lo que sí recuerdo es decirle a papuchi entre lágrimas que jamás quiero volver a pasar otro embarazo, a lo que él contestó "Sólo uno más, la peque no puede ser hija única". A lo que yo respondí "pues adoptamos". 

Milagros de la fisiología, hoy ya no tengo memoria física de lo mal que me puse (si nos acordáramos de estas cosas, la especia humana se habría extinguido hace millones de años), pero he querido plasmarlo aquí, para la posteridad. 

Y después de esto, y para no asustar a nadie tengo que añadir: cada mujer es distinta y cada embarazo es diferente. El mío es así, y el siguiente puede ser completamente distinto. Además, no está siendo un camino de rosas, pero podría ser infinitamente peor, asi que... demos gracias al universo.

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